domingo, 28 de junio de 2009

PERFIL DE UN PRACTICANTE....




Se dice que las artes marciales (bien entendidas y aplicadas) conducen a un perfeccionamiento mental, moral y espiritual, además del lógico desarrollo de un gran poderío físico. Llegados a este punto cabe la siguiente pregunta: ¿como podemos pretender que unas artes destinadas a causar daños físicos, incluso la muerte, puedan al mismo tiempo proporcionar desarrollo moral y espiritual? La respuesta más directa tal vez sea la siguiente: Un practicante de Taekwon-do sabe con cuanta facilidad se puede dañar e incluso matar a otra persona, consecuentemente sabe con que facilidad pueden dañarlo e incluso matarlo a él, de esta manera un Taekwondista desarrolla un respeto por la vida que pocas personas poseen. El practicante adquiere la noción clara de que siendo tan fácil dañar a una persona, la vida y la integridad física son verdaderamente valiosas. Por esta razón evita las situaciones violentas. Justamente en relación a esto se puede distinguir a un verdadero practicante de Taekwon-do, porque respeta incondicionalmente estos dos puntos: 1) Jamás provocara situaciones que requieran de la violencia para ser resueltas. 2) Si la situación la provocan otros y la violencia es inevitable, no tendrá contemplaciones, es decir que hará daño. Un verdadero Taekwondista no buscara peleas, pero si esta se produce, no se echara atrás e infligirá daños a sus atacantes. De no ser así, se comportaría como un tonto, que disponiendo de un rifle, no dispara al tigre que lo ataca por temor a lastimarlo. Todo tiene su límite y todo su lógica. Un practicante bien encaminado llega a poseer un enorme poderío, mental y físico. Con respecto a esto esta demostrado que cuanto más poderoso es el hombre más apacible es su carácter. Una apacibilidad que nadie puede dudarlo, es signo de poder, de confianza en uno mismo. Esto puede graficarse con el simpático relato del enfrentamiento jamás producido entre el mono y el león. “No es probable que un león invierta el mas mínimo tiempo de su vida para molestar a un mono. Sin embargo los monos, tienen por costumbre provocar a los leones cuando estos toman sol. Desde la seguridad de los árboles les tiran frutos, lo cual no consiguen hacer perder la serenidad al león. Con toda apacibilidad el rey de la selva se aleja hacia zonas donde no hay árboles. Desde luego que si no tiene árboles donde protegerse, el incordiante mono no hará acto de presencia. El león sabe que es más fuerte, pero ¿se va a molestar en demostrárselo al mono? El verdadero artista marcial posee esta misma actitud del león. Siempre el más fuerte es el más benevolente. Siempre el más fuerte es el que menos necesita demostrar lo fuerte que es. Siempre el más sabio es el que menos alardea de su sabiduría. La adecuada actitud mental es el primer triunfo de un practicante de Taekwon-do.

Por: Diego Gómez - III Dan Internacional - AAST – Corrientes – Argentina.-

1 comentario:

Anónimo dijo...

sabon le felicitamos por su blog...siga asi es un muy buen instructor...se lo merece por las ganas de seguir avanzando...
Gomez Fernando ITF
Alegre Federico ITF